Fondos de deuda subordinada con los que añadir rentabilidad a la cartera

Noticia compartida por Athlanta Madrid, publicada por eleconomista.es

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Este tipo de bonos ofrece una rentabilidad superior a la renta fija clásica. Pero también es más volátil, y conlleva mayor riesgo. La inversión mínima en estas emisiones suele ser elevada, a partir de 100.000 euros, lo que dificulta hacer una cartera diversificada con este tipo de deuda. Por eso los fondos se convierten en una alternativa.

 

La deuda subordinada equivaldría a subir un peldaño más dentro del universo de la renta fija. Ofrece rentabilidades más elevadas que otros activos de deuda, pero también conlleva más riesgo. De media, los fondos de deuda subordinada se anotan pérdidas no solo en 2022, también a tres y cinco años. En este último plazo, la caída media de estos vehículos alcanza el 0,42% al año según datos de Morningstar. Esa es la fotografía general, pero si se analiza caso a caso hay algunos que ofrecen ganancias a sus partícipes a largo plazo, entre aquellos disponibles a la venta en España, accesibles para el particular y con al menos cuatro estrellas Morningstar sobre un máximo de cinco.

La razón por la que tiene sentido invertir en este activo a través de fondos de inversión en comparación a la inversión directa fundamentalmente es que «te ofrece la posibilidad de diversificar, algo si cabe más importante en una clase de activo donde las emisiones suelen tener mínimos de inversión elevados (100.000 euros)«, explica Santiago Igual, asesor patrimonial de Portocolom AV. «Con ese mínimo de inversión, hacer una cartera diversificada de bonos subordinados no está al alcance de muchos inversores, por lo que un fondo puede llegar a ser la única alternativa», señala. Eso sí, el inversor también debe tener en cuenta es que esta deuda es más volátil que el mercado de renta fija clásico. «El inversor no puede tener un horizonte temporal demasiado corto, tiene que poder soportar la volatilidad y eventualmente tener la capacidad para incrementar su exposición para gestionar la volatilidad del mercado», advierte François Lavier, responsable de deuda subordinada financiera de Lazard Frères Gestion y gestor de Lazard Capital Fi SRI.

En noviembre se ha incrementado el ritmo de emisiones de deuda en Europa, y «cuando los mercados primarios se reactivan, los bancos suelen ser los que primero emiten a gran escala», señala Felipe Villarroel, gestor de TwentyFour (Boutique de Vontobel). «Para nosotros, los diferenciales de los bonos subordinados parecen especialmente interesantes. Por ejemplo, Barclays emitió un Tier 2 no exigible en libras esterlinas a 10 años, con calificación Baa2/BB+/BBB+, con un diferencial de 475 puntos básicos sobre el nivel de riesgo. Deutsche Bank emitió un bono perpetuo AT1 a cinco años (Ba2/BB-) con un rendimiento del 10%, lo que equivale a una rentabilidad en dólares de aproximadamente el 12,5%», añade.

Sin embargo, deben tenerse en cuenta algunos aspectos cuando se elige un fondo que invierte en este activo. Aparte de las métricas habituales evaluables en cualquier fondo de renta fija (gestión de la duración, TIR en cartera, rating medio), Santiago Igual expone que es importante conocer también el spread duration (cuanto perderá/ganará la cartera ante un aumento/disminución de un 1% en los diferenciales de crédito) al estar invirtiendo en crédito. Además cree que es fundamental distinguir entre deuda financiera y no financiera. «El riesgo del balance de una entidad financiera es mucho más complejo de comprender y vale la pena segregar este tipo de instrumentos cuando son emitidos por entidades financieras en una clase de activo aparte, para asegurarnos de que su gestión se lleva a cabo de una forma individualizada y controlar mejor la asignación a ese segmento del mercado. Lo cierto es que, siendo esto así, la oferta de fondos de bonos subordinados que excluyan emisiones de entidades financieras se reduce bastante, pero creemos que es una estrategia conveniente», detalla.

Los tres fondos ‘ganadores’

elEconomista ha seleccionado los ocho fondos con mejor comportamiento en un plazo de cinco años (ver gráfico). El más rentable en este periodo ha sido CS Hybrid and Subordinated Debt, que ha generado una rentabilidad anualizada del 1,9%. El fondo invierte más de un 50% de su cartera en deuda subordinada de entidades financieras (Tier 1, Additional Tier 1, Tier 2) y no financieras (híbridos corporativos), y hasta un 75% en bonos contingentes convertibles. Hasta septiembre, la duración media de su cartera era de 2,34 años y ofrecía una TIR media bruta (sin descontar gastos y comisiones) a precio de mercado del 8,64%.

El segundo fondo con una rentabilidad anualizada a cinco años más elevada es Lazard Capital Fi SRI RVD, en pie desde 2010, que ha ofrecido un 1,56% al año. «En un fondo como este, ofrecemos ahora mismo un rendimiento en euros ligeramente superior al 10% (cifra a 24 de noviembre 2022)», explica su gestor, François Lavier, quien da tres motivos por los que ahora es posible encontrar oportunidades en este activo. Uno es que «se presta dinero a entidades financieras con una buena calidad de crédito, la mayoría de calidad investment grade con muy poca probabilidad de quiebra», otro es que «las valoraciones en mínimos históricos ofrecen unos spreads de crédito altos que permiten compensar el impacto de la subida de los tipos», y el último reside en «la dificultad para las entidades financieras más pequeñas de encontrar financiación en el mercado, obligándoles a ofrecer una prima adicional para emitir sus bonos, prima que no tiene nada que ver con la calidad de crédito del emisor sino más bien con el entorno de mercado y una base de inversores más limitada», que hace que «los inversores que conocen bien los emisores pueden permitirse invertir en esas entidades y bonos que ofrecen rendimientos muy interesantes a medio plazo».

Con un rendimiento similar, que se mueve en el entorno del 1,5%, hay otro fondo: Amundi Fds Eurp Subordinated Bond ESG R2 EUR C (también BlueBay Financial Cptl Bd K EUR). El de Amundi invierte el grueso de su cartera (hasta el 51%) en bonos corporativos subordinados (incluidos los bonos convertibles contingentes). «En octubre aumentamos nuestro riesgo de crédito. Aunque es probable que se produzca una recesión en los próximos meses en Europa y que los fundamentales de las empresas se deterioren, el mercado primario ofrece actualmente oportunidades y primas de nueva emisión que aprovecharemos cuando se reanuden las emisiones subordinadas», explica su equipo gestor.

 

 

Fuente: eleconomista.es

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